En el cielo las estrellas
se pusieron a cantar
pero algunas no querían
pues preferían bailar.
Se armó tanto alboroto
que hasta la luna lo oyó
llegó enseguida enojada
y a todas ellas calló.
Luego de tal reprimenda
no paraban de llorar
pero el buen sol se apiadó
y llegó para brillar.
De: Catalina Kaniuk
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